La cigarra y la hormiga

Había una vez una cigarra que siempre estaba cantando. Su vecina la hormiga, al contrario, se pasaba todo el día buscando provisiones para el invierno, pues sabía que necesitaría muchos
Alimentos.
El verano pasó y vino el otoño. La cigarra seguía cantando. En una ocasión la hormiga quiso avisarla:
-si no almacenas comida para el invierno, te morirás de hambre.
Pero la cigarra dijo que aún quedaba tiempo de sobra.
Llegó el invierno y la cigarra se quedó sin alimentos. Se acordó de la hormiguita y pensó que incluso le sobraría comida y decidió ir a verla para pedirle algo. Cuando la hormiga le abrió la
puerta de su casa, la cigarra le dijo tiritando de frío:
-préstame algo de comida para pasar este invierno.
La hormiga contestó:
-debiste haber llenado tu despensa, como hice yoi.
¡Te lo advertí! La cigarra aprendió así la lección.
Moraleja: si pierdes el tiempo jugando todo el día, puede que te arrepientas más tarde.
--FIN--
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